Digamos una cosa: la gramática no tiene sexo. Tampoco religión, partido político (aunque detesta el sospechosismo y la abusivez) o equipo de futbol preferido. La gramática establece una serie de normas -muchas arbitrarias- que ayudan a comunicarnos. Nada más. Ahora: que haya mujeres, hombres, instituciones y gobiernos que la usen como pretexto para jactarse de que defienden la igualdad de género, es una franca ridiculez.
¿Cuántos veces hemos visto que Lydia Cacho (respetable feminista) escribe "las y los mexicanos"? Un verdadero atentado contra la correcta escritura, y no es que nos ufanemos de ser los paladines de la academia de la lengua ni los protectores del idioma, tan sólo es cuestión de sentido común: ¿qué quiere decir "las y los mexicanos"? ¿Que soy moderna, democrática y apoyo las mejores causas, que soy una mujer comprometida? Más bien: una pantalla que dice que soy políticamente correcto, una simpleza que se utiliza para no llegar al fondo del problema de la igualdad entre personas de diferente sexo, un mero artificio que no sirve de nada frente a la condición en que viven muchas mujeres en México.
Agregar un artículo antes de cada sustantivo (en plural, considerado neutro porque abarca los dos géneros gramaticales) no resuelve el problema, sólo lo disfraza. Es pura pantalla. Es la faramalla que el habliche de Vicente Fox puso de moda con su chabacanería. Además: se ve feo, es de mal gusto e incorrecto. En todo caso deberíamos decir: "las mexicanas y los mexicanos", no usar los dos artículos para una sola palabra. Lo malo: los ejemplos se repiten en todos lados, en las organizaciones no gubernamentales que se dicen feministas, en los institutos de la mujer dependientes del gobierno, entre los periodistas (¿o debería escribir "las y los periodistas"?), en la propaganda oficial (por ahí anda un anuncio que dice "las y los niños de México"). Lo peor: si no te expresas conforme a los últimos dictados de la moda feminista, te tachan de ser misógino y macho y de menospreciar a las mujeres. Lo cual es todo lo contrario (y no expreso aquí mis sinceros halagos a la mujer sólo por timidez).
No es muy complicado de entender: la gramática en español establece que se usan los sustantivos en plural masculino cuando queremos referirnos a los dos géneros, entonces se convierte en una palabra neutra, sin género ni discriminación, mucho menos excluyente o misógina o injusta. La palabra no puede hacer eso, son los humanos (iba poner hombres pero temí el linchamiento) quienes le dan el significado y el simbolismo, quienes le atribuyen intereses, odios, antipatías, manías y fobias. Repetimos: la gramática no tiene sexo... Aunque, pensándolo bien, tal vez desee, tan sólo, algunas tiernas caricias que la hagan sentir comprendida -pero eso ya es muy cosa de ella.
morel
Completamente de acuerdo en que una liguera deformación del lenguaje no resulta en una modificación de un comportamiento. Ridiculez de pensar que alguien se sienta superior con la integración de un sólo articulo (femenino). Celebro también a la mujer al entenderla completamente diferente a mí, sólo eso.
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