jueves, 12 de noviembre de 2009

Vooy, vooy, tan grandote y tan llorón: la Tucita

Este es un homenaje a la Tucita: porque no he visto un actor infantil mejor que ella, porque me sigo riendo después de meses que vi “Los tres huastecos”, porque en esa película la pequeña María Eugenia Llamas se transformó, fue poseída por la Tucita, porque ya nadie se acuerda de ella, porque sólo estoy informado de que, ya avanzada de edad, la hacía de cuentacuentos para niños, porque ¿dónde estará? 



Porque para mí siempre será la Tucita –y así se quedará en la memoria–, en donde se encuentre le envío un gran saludo de admiración por ser la niña que hubiese querido tener de compañera en el jardín de niños… Aquí me despido, antes de que salten las lágrimas. 


“¡Vooy, vooy, tan grandote y tan llorón!”, diría ella. 


morel 

"Vooy, vooy, tan grandote y tan llorón"
    
"Soy hombre y voy a matar gente, ¡y primero a este viejo cochino!"      
"Dame la pistola para dormir tranquila"    
María Eugenia Llamas, cuentacuentos

2 comentarios:

  1. jaja, sin duda carismática, aventurera y ocurrente...jaja!
    Petición especial: Escarbando el cine mexicano, ¿será que podrían encontrar algún video y escribir algo sobre Arturo de Córdoba? ;)

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  2. Claro, con todo gusto, sólo que necesito ver "Él", en primera para saber por qué te gusta tanto esa película y después par conocer mejor a Córdova (según lo que he visto es con "v"). Saludos y espero que ya hayas impreso tu tesis.

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